viernes, 26 de agosto de 2011

Espejo

Espejo



Lucifer se levanto, sacudió el polvo de sus alas negras y procedió a mirar fijamente hacia el horizonte, donde unas horas antes Gabriel se había ido. Las lágrimas de Lucifer procedieron a salir de sus ojos mientras pensaba en todo lo que había entregado al creador y como este lo había despojado de todo por una pregunta cuestionando toda la creación. El llanto ceso e inmediatamente empezó a reir, una risa fuerte, burlona, siniestra, alegre salió de sus labios rojos carmesí. Lucifer lo había entendido, tenía toda la tierra para sus alas, tenía el mar para sus pies y tenía toda la decisión de aprovechar completamente el desamor de Dios hacia sus hijos para amar todo lo que estaba en sus reinos.





Vago dos días hasta encontrarse a la madre serpiente. La madre serpiente era una mujer hermosa de cabello dorado, ojos miel y cuerpo esbelto. Se sonrieron y Lucifer después de dialogar con ella durante otros cinco días y cinco noches, se arrodillo ante esta entidad y proclamo:



"Deseo algo y espero que puedas hacer realidad mis sueños. Permíteme ser tu discípulo tres años y cuatro meses, permíteme aprender la magia mortal y la ilusión humana"



A lo que la mujer respondió:



"Está bien, pero no serás mi discípulo, serás mi espejo".



Y Lucifer empezó a aprender...



Texto: Hiroshima Nagasaki

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