martes, 11 de febrero de 2014

Crucifixion

Crucifixión

Escucho las voces en mi cabeza, me rodea la luz efímera de la realidad, todas me repiten que estoy demente por haberlo condenado a la muerte. Bastardos!!! ¿Acaso no conocen la fiel escritura sagrada de su mismo pueblo? ¿no debía de hacer mi trabajo y lavarme las manos? Ordené que le escribieran en su espalda formas diminutas de signos infinitos con el látigo, que pusieran en los clavos los signos babilónicos para resurrección y que el símbolo rúnico de la felicidad atravesara en forma de lanza su vientre mientras estaba crucificado. Dentro de tres días, estoy seguro, saldrá a la luz y se consagrará en el firmamento. Él es el libro de arena, él es el principio y el final.

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