lunes, 14 de septiembre de 2009

Luna Llena

LUNA LLENA

Rafael sintió su corazón destrozado junto con sus nervios aquella noche. Se dio cuenta como la relación con Camila iba en picada igual que las acciones de una empresa de Diseño de modas en un desastre nuclear, no sabía si llamarla a arreglar los malentendidos creados la noche anterior o dejar que las cosas se enfriaran para extinguirse.
Camila por su parte deseaba sentir aquella energía que alguna vez sintieron cuando la relación empezaba. Sus demonios internos combinados con sus problemas externos hacían que hablar de sus sentimientos fuera tan difícil. Ella sabía que era hora de encarar la situación, era hora de mostrarse como era y así cambiar el mundo de fantasía que la rodeaba por la realidad tan negra que ocultaba.

Camila comenzó a prepararse para salir a dar una gran caminata nocturna, alisto su gabán negro y sus vaqueros. La ciudad se volvía cada vez mas caótica y los diarios hablaban de peligrosas bandas que saqueaban a los ciudadanos, concluyendo así que era "peligroso" usar su pantalón de cuero favorito, no por el daño hacia ella, sino por el daño que ella podía proporcionar a los demás. Además como alguna vez hablaba con un colega, la sangre agitada de ladrón no sabía muy bien. Se coloco una blusa morada y las medias negras que acostumbraba a usar en ocasiones de suerte. Llamo a su mentor a decirle que esta noche no la esperara debido a que cumpliría con algunas visitas relacionadas con su anterior trabajo. Habían pasado muchas noches desde que había visto a Rafael con un único objetivo y también deseaba arreglar las cosas con él. Camila sabía que era hora de actuar asegurándose que su mentor no debía saber lo que estaba tratando de hacer, lo último que quería era su cabeza en una bandeja de plata.

Camila y Rafael habían acordado encontrarse en el parque argumentando que sería bueno hablar de lo que sucedía en la relación aparte de eso, las salidas nocturnas eran buenas para el alma. Sabían que los demás se quedaban en la basura de la tecnología, puesto que a pesar de utilizarla demasiado en su vida no se asimilaba a la magia que existía en el arte.

Rafael llego a la cita cinco minutos temprano con la esperanza de poderla ver desde lejos y contemplar sus ojos cafés. Pensaba en sus manos que lo cautivaban demasiado haciendo que su tacto se enloqueciera cada vez que rosaba su espalda. Camila llego al lugar indicado diez minutos tarde. Hablaron primero desde una distancia prudente hasta que sin darse cuenta empezaron a acercarse uno al otro instintivamente, se cogieron de las manos mientras se miraban en medio de silencios cómodos y aparecía en la mente de cada uno una especia de romance de primavera al sentirse mutuamente los poros. El veía sus labios carnosos de manera provocativa mientras ella veía el cuello de él de la misma forma.

La noche transcurría en perfecto con besos, abrazos, caricias en partes prohibidas. El se devoraba la boca de ella y ella se relamía en estado de éxtasis al sentir el corazón de él agitarse. Rafael empezó a sentir unas punzadas en el pecho, justo cuando ella iba a morderlo para vaciarlo y obsequiarle la eternidad, se revolcó apartándose bruscamente de ella y empezó su trasformación. Sus piernas se agrandaron junto con su abdomen, en su piel le empezó a salir pelo en gran cantidad y el tamaño de su cuerpo en general aumento hasta ser un ser peludo y monstruoso de casi tres metros.

La noche siguió su rumbo para finalmente Rafael despertarse dos horas más tarde. Miro a su alrededor y se encontró con sus ropas manchadas de sangre, el gabán que tenia Camila rasgado y la calle perturbadoramente sola. Al notarse en ese estado y sintiendo una terrible jaqueca trasboco lo que quedaba en su organismo del almuerzo consumido esa tarde. Rafael comprendió que había cambiado, no sabía si para bien o para mal, pero nunca se había sentido tan rejuvenecido y lleno de vida. Mientras él estaba consternado un hombre fornido, alto, de piel morena, cabello negro y con descendencia gitana venia avanzando en medio de la calle, le hablo explicándole a Rafael que era lo que había pasado, que era la trasformación que había sufrido, quien era realmente y el significado de defender a Gaia por encima de todas las cosas.

Camila estaba en lo alto de la copa de un árbol. Con su cuerpo maltrecho y lejos de aquel incidente se encontraba llorando lágrimas de sangre. Su herida en el pecho era demasiado grande junto con el dolor que se producía en ese instante al ver a su amado tan lejano, solamente aparecían en su cabeza las palabras "si tan solo lo hubiera realizado antes".

Texto: Hiroshima Nagasaki

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