viernes, 30 de abril de 2010

Utopia



El problema Alexander, no era ser un demonio, tampoco la falta de atencion. El problema de el, era querer ser humano.
Querer sentir mas alla de sus alas de cartilago, oir su latido de corazon y disfrutar el amanecer. Pensamientos utopicos en un futuro de maldad lo acorralaban, tratando de entender porque no podriamos estar en paz. Trato de encontrar el equilibrio entre los dos mundos, hasta que entendio que eramos diferentes y que cada cual es un vacio en el espacio.

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