lunes, 17 de enero de 2011

Frases de un hereje condenado a la horca...

El destino no esta escrito como decía Voltaire, el destino es solo un pasatiempo de alguien que quiso destrozar cabezas en un tiempo de hambruna de pensamientos. El camino o derrotero que vos te formes tiene que ver mas con lo que poco a poco vas construyendo en tu vida y aun así, vas a ser lastimado por circunstancias ajenas.
El casualismo es lo que manda en nuestra vida. Nuestros momentos de felicidad son resultado de los momentos de tristeza de otros.
Al final decidimos ser egoístas en nuestra alma y escoger lo que queremos ser. Abandonamos el corazón hacia los demás y dejamos a un lado las sensaciones de vacio. Juzgamos y comparamos, teniendo como base nuestra experiencia personal más que lo que nos han dicho y nos atrevemos a soñar. Enredamos los hilos de dudas en nuestras conciencias procurando encontrarnos con las agujas del valor para tejer nuestra alma una vez más con nombres nuevos y con sensaciones de calor.
El destino tiende a llevarnos a socorrernos en un Dios que no se encuentra en la faz de este universo. Alguna vez tratamos de creer en el pero después de ver nuestros intentos fallidos lo tratamos de crear. Ahora lo tratamos de asesinar porque no soportamos la verdad. La simple verdad que dice que estamos solos en este mundo de alter egos y que debemos saborear nuestras victorias y nuestros fracasos como un todo.
El destino no se impone sobre nuestra vida. Las circunstancias son las que nos van formando y dejando huella sobre nosotros. Golpeamos nuestro ser contra la naturaleza esperando moldearlo cuando nuestro instinto es el que nos define como los seres inmutables y metódicos que somos. Dejamos a un lado lo mejor que nos queda, lo que somos realmente, nuestra esencia por hallar verdades en un libro escrito por un crucificado.
Después de todo este manojo de soluciones a la cruel existencia, solo nos resta saber que somos algo y que vamos hacia un punto. La iluminación depende de nosotros y nuestro conocimiento. La iluminación solo depende de la armonía que podamos obtener al sacrificar lo que llamamos adoración por autoestima.
Así este en esta hora, Salem ni sus sacerdotes podrán detener el pensamiento y su libertad.
He dicho…

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