lunes, 9 de enero de 2017

Transformacion

Transformación

La mujer-cuervo está deprimida: la muerte ya no le representa curiosidad. Ha empezado a alejarse de los cementerios y a vivir en los páramos, ya no revolotea cerca de los arboles, sino que poco a poco, sus preferencias se vuelven extrañas, y ahora ve con deseo los pequeños roedores que pasan cerca de su vuelo. La altura le llama. Se dirige a la montaña y con fuerza empieza a golpear su pico negro hasta volverlo amarillo. Se destroza las garras contra las piedras y las hace filudas. El viento le llama. Su graznido se vuelven chillidos. Se posa en una rama mientras sus plumas caen, dándole paso a otras cafés que emergen de su cuerpo, su nombre "mujer-cuervo" se aleja con el viento.

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